Crónica escrita por nuestro compañero Juan Carlos Rey
Esta actividad se enmarca dentro del encuentro de escalada celebrada en Espiel https://www.grupoalpinopinsapo.es/escalada/encuentro-de-escaladores-en-espiel/. El espolón torrico es una vÃa de escalada en estilo tradicional equipada las chapas de las reuniones y clavos en los pasos más conflictivos de la misma. Se divide en 5 largos (V+/IV+/IV/V/III). En nuestro caso empalmamos el segundo y tercer largo en uno solo, menester posible debido a que la escalada en estilo tradicional se realiza con dos cuerdas dobles, en nuestro caso de 60 metros que posibilitaba enfrentrar los 50 metros de los dos largos.
La actividad la compusieron 5 personas divididas en dos cordadas, 4 socios de la SEM y un compañero del grupo Barranqueros sin fronteras: La primera cordada la componÃa Juan Carlos, Juanfran y Pi y la segunda cordada los vocales de montaña y espeleologÃa o dicho de otra manera: los todoterreno Luis y Ernesto.
El primer largo empieza con los metros más dificiles, donde se divisa un clavo que se puede usar con un anillo con nudo de alondra. La entrada en bastante vertical, tras superar el clavo, asimos un gran canto que nos conduce a un cordino enroscado en un puente de roca. A partir de este momento, nos situamos en la placa de la derecha que debemos superar para entrar en un diedro vertical que escalamos verticalmente para abandonarlo en su parte superior por la parte derecha. Llegamos a una zona de bloques, con buenos agarres y donde tenemos que reposicionar el cuerpo para evitar el efecto «puerta». Superamos este paso y llegamos a la primera reunión.
El segundo largo empieza hacia la izquierda para virar a la derecha y entrar en una repisa ligeramente inclinada donde se encuentran un par de clavos. Superamos esta parte gracias a la cantidad de cantos y pies que encontramos al paso y que da seguridad de progresión. Continuamos progresando por el espolón en sentido evidente aprovechando la cantidad de recursos que nos ofrece la roca, pasamos algún que otro clavo hasta llegar a un paso quizás un poco más fino que requiere plantearse donde superarlo. Tras superar este paso, llegamos a una repisa bastente cómoda donde se encuentra una chapa que ayuda a conformar la segunda reunión. Proseguiremos evitando un enorme gendarme y prosiguiendo por una placa con una fisura que facilita la ubicación de seguros. Tras superar esta parte se entra en una gran rellano lleno de vegetación donde debemos dirigirnos de nuevo hacia la pared y ascender hacia la izquierda buscando de nuevo el diedro a la izquierda del espolón donde se haya nuestra tercera reunión. Decir que al hacer los dos largos del tirón hace que el roce de las cuerdas con la roca sea considerable. Es por ello que a veces no empalmar los dos largos no es mala idea.
Nuestro tercer largo continua recorriendo el enorme diedro vertical que aparece majestuoso ante nosotros. Hay un clavo que permite asegurar con rapidez en caso de necesidad. Esta parte permite meter empotradores de tamaño grande. ¡Los friends son perfectos!. Al superar este diedro entramos en una repisa que debemos ir subiendo hasta llegar a un conjunto de rocas grandes en forma de techo que debemos evitar por la izquierda y que tras unos 3 o 4 metrillos llegar a una repisa donde se encuentra la cuarta reunión. Decir que este punto es un nudo donde confluyen diferentes vias como «San josé se pasó a la deportiva» o «Belén«. Es un lugar cómodo donde se disfrutan unas vistas espectaculares de la zona de los reyes magos o la «V» que elevan sus lÃneas de escalada majestuosas y desafiantes.
El cuarto largo se continua en trepada hacia un gran bloque que se divisa a unos 30 metros y que hay que rodear preferentemente por la derecha. Hay quién plantea esta parte sin asegurar. Se llega a la última reunión donde nos hicimos la obligada foto de grupo y donde recogimos material, cuerdas, y nos calzamos las zapatillas de andurrear.
Bajamos por la vereda, buscando la confluencia del espolón derecho e izquierdo por la parte más evidente y con rastros de haber sido pisada. Esta parte está jalonada por marcas que facilitan la orientación. Una vez en el vértice de los espolones, la «V», buscamos el rápel que está situado en los primeros metros del vértice en el espolón derecho y montamos las cuerdas en las chapas para descender hasta la empinadÃsima cuesta. La aventura no termna hasta que llegamos de nuevo a pié de via ayudado con la ayuda de unos cordinos instalados por todo el descenso y que evitan resbalones por doquier.
El primer largo lo montaron Juan Carlos y Ernesto, el segundo largo Juan Carlos y un motivadÃsimo Luis que tuvo problemillas en el pasito descrito antes. El tercer largo lo montó Juanfran y Ernesto, donde Juanfran disfrutó de lo lindo del Diedro, para finiquitar Juanfran y Luis.
Como toda actividad que se precie, no se llega a escalar una vÃa si no se adereza al final con los consabidos comentarios delante de una cervecita fresquita en el Albergue de Espiel.
Volveremos….