El pasado sábado 21 realizamos una cómoda ruta circular en el entorno del Área Recreativa de la Fuensanta, en el Burgo, P.N. de la Sierra de las Nieves. El día amaneció propicio, entre dos frentes que, aunque no dejaran mucha agua, nos aseguró un suelo mullido, por lo caído el día anterior, y una luz limpia con cielos aborregados muy lindos durante nuestro recorrido.
Camino de la Fuensanta desayunamos en Zalea, alguno hasta se permitió unos huevos con ajos. De buena hora estábamos aparcando en el área recreativa. Nos dirigimos en primer lugar por una cómoda senda en ascenso hacia el puerto de La Mujer, pasando primero por el puerto de los Lobos, donde se conecta con la vereda que comunica el núcleo del Burgo con el puerto de la Mujer. Esta parte de la ruta goza de buenas vistas hacia el norte, con el río Turón a los pies, y está protegida por árboles que, aunque en está zona no alcancen gran densidad de unidades, si asegura cierta sombra y protección.
Ya en el puerto de la Mujer nos dirigimos por el sendero de Manuel García Rosa hasta la Fuente Platero. La senda es cómoda, discurriendo cercana a un arroyo. Llegados a la fuente, donde se puede reponer agua, decidimos continuar por las veredas preparadas por el club senderista La Cabrilla hacia los miradores. En principio, se pensaba regresar desde la Fuente Platero hasta la Fuensanta por el carril, pero la calidad de las veredas, el ánimo de todos y el día inmejorable nos animó al ampliar un poco la ruta. Tomamos primero el sendero de Paco Arjona y después enlazamos con el sendero Paco Romero El Forestal. Ambos cuentan con algunos miradores a la Sierra de las Nieves y alguna que otra zona interpretada. Son senderos fáciles, aptos para el público general. Disponíamos de cartografía de la zona, aunque la señalización era evidente y lo hizo todo muy accesible. Las vistas… Espectaculares.
Finalmente resultaron 12 kilómetros de ruta, con unos 600 metros de desnivel acumulado positivo. El ritmo fue muy tranquilo, nos llevó cuatro horas y media. Perfecto para tomar fotos y regresar a tiempo de visitar una venta terminando la jornada con unas buenas cervezas y unas raciones.