Crónica escrita por nuestro compañero Juan Carlos Rey:
El pasado 28 de julio, el club planteó una ruta vespertina al pico de Las Palomas por una ruta muy poco frecuentada debido a las caracterÃsticas del terreno por los que transcurre.
La ruta empezó en el punto de encuentro señalado en la convocatoria, tras 500 metros el grupo giró a la derecha buscando un sendero que transcurre por una cañada. Por la parte alta del sendero, el grupo se desvió a la derecha en una subida repentina para ir buscando el carril que rodea la loma y tras seguirla unos 100 metros coger un sendero señalado con un hito para más adelante desviarse de él y adentrarse en la loma buscando el espolón que se divisa más arriba. Este tramo es duro, con el añadido que hay que ir esquivando la vegetación.
Una vez alcanzado el cordal, la ruta discurre por un espolón que es esquivable por su izquierda siendo esta una ocasión ideal de iniciarse por este tipo de terreno. Antes de la zona de trepada se hizo un descanso para poder disfrutar del ambiente donde nos hallamos inmersos.
A partir de aquà el recorrido se convierte en trepadas fáciles donde hace falta ayudarse de todas las extremidades, para facilitar la progresión hasta llegar a la base del muro final, que hay que sortear, para situarse en al arista que se dirige a la base del pico Las Palomas.
En este punto se vislumbra una pared de unos 17 metros muy vertical de IV grado, que se aseguró con cuerda para evitar males mayores, ya que aquà sin cuerda no vale cometer fallos.
El grupo fue progresando de uno en uno hasta que todos acabamos en el altiplano del punto geodésico, tras lo cual pudimos contemplar una preciosa puesta de Sol a la vez que degustabamos las deliciosas galletas cortesÃa de «Espe».
La vuelta al punto de inicio, se realizó por uno de los senderos que acceden al pico las palomas.
